hay que decir que nos encontramos ante un título de plataformas en el que habrá que robar un tesoro escondido en la mansión de un millonario. El ladrón que manejamos es un proscrito, un amigo de lo ajeno que está siendo perseguido por la policía de los sistemas solares de Andrómeda y otros cuerpos de élite especializados en malhechores. La misión es muy sencilla aunque complicada a la vez. ¿Y cómo es esto posible? Pues muy fácil, hemos de conectar las 36 palancas de las que consta la mansión en la que estamos inmersos, pero todas ellas están desperdigadas por las 67 estancias de las que consta el lugar. Contamos con una sola barra de energía, es decir, una vida, que podrá ser restaurada mediante pequeños cuadrados de vida que están diseminados por todo el mapa del juego. |